Gestión sobresaliente

El catedrático José Carlos Gómez Sal asumió en 2012, tras una contundente victoria electoral en primera vuelta, el más difícil mandato rectoral en los cuarenta años de la Universidad de Cantabria. Por primera vez en su historia, una gran recesión económica general, causante de un abrupto declive de los ingresos de las administraciones, conduciría a la Universidad a afrontar una reducción real de sus recursos disponibles. Gómez Sal y su equipo han tenido que gestionar la peor etapa de la crisis. Su reto no era seguir creciendo, cosa imposible, sino proteger los aspectos más esenciales del proyecto universitario.
En ello se vieron acompañados a medias por el Gobierno de Cantabria cuyo mandato se ha solapado más o menos con el rectoral. El Gobierno del Partido Popular coincidió con la UC en estrategias como el mantenimiento de unas tasas académicas moderadas, el impulso a los nuevos institutos y a la ampliación del IFCA, la creación de un fondo de ayuda a los estudiantes con menos recursos, la normalización de los estudios hispánicos en Comillas y la coordinación con el complejo Valdecilla para fomentar la investigación biomédica. En conjunto, la UC ha seguido destacando en España, a pesar de los recortes, por sus magníficos indicadores de gasto por estudiante.
Seguramente, la UC esperaba más de un equipo gubernamental que en Educación estaba formado por profesores de la propia universidad. Sin la obsesión que se apoderó de España en cuanto al riguroso cumplimiento de los objetivos de déficit, ajustes más suaves habrían permitido transitar mejor por años contractivos como 2013. Ha faltado calibración.
En conjunto, sin embargo, la gestión ha sido sobresaliente. En comparación con 2012, la UC tiene hoy un Instituto de Biomedicina (IBBTEC), participa en el de investigación sanitaria Marqués de Valdecilla (IDIVAL), ha asegurado la financiación del Instituto de Hidráulica (IH); ha ampliado el Instituto de Física (IFCA); ha impulsado el instituto financiero (SanFi) y del de emprendimiento (Cise) en cooperación con el Banco Santander; ha generado nueva oferta, como la doble titulación de Física y Matemáticas; ha mantenido unos servicios excelentes en Biblioteca, Publicaciones y Espacios para el alumnado; ha creado un Foro de Empresas para favorecer tanto la empleabilidad como la transferencia de conocimiento; ha renovado la oferta de acciones culturales y de extensión universitaria; ha ratificado oficialmente su estatus de Campus de Excelencia Internacional, y ha preservado el núcleo humano de plantilla joven que constituye el futuro de la institución, tanto en docencia como en investigación.
Lograr todo esto en unas condiciones tan difíciles posee un mérito que debe reconocerse en la hora del balance. También en la capacidad de interesar a las administraciones y a los mecenas empresariales hay merecimiento y talento de relaciones institucionales. Gómez Sal y su equipo son las personas que la UC eligió creyendo que las necesitaba. Y no se equivocó.

2017-01-03T13:00:22+00:00

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