Por José Ignacio Flor
La metodología es una pieza clave en el engranaje de una acción de enseñanza-aprendizaje. No todas las metodologías son iguales, ni producen el mismo efecto. Es importante ser consciente de la metodología que utilizamos, ¿a dónde nos lleva? ¿qué pretendemos conseguir? ¿es la adecuada para ese propósito?
En la idea de que la imagen es el mensaje, la metodología utilizada transmite mucha información sobre como percibimos el conocimiento y como alcanzarlo.
La metodología está muy ligada a varios factores. Quizás, el principal, sea la idea que tenemos sobre ¿qué es aprender? . Otras cuestiones importantes son: la colocación del aula, distribución de espacios y tiempos, los materiales (libros, herramientas, mobiliario), y sobre todo como se organiza el trabajo de los alumnos y del profesor, el horario, la ratio profesor alumno también pueden influir.
Según se modifiquen esas variables se potenciará una u otra metodología, e incluso hay determinadas situaciones que hacen inviable algún modelo metodológico.
De todas maneras, si estamos convencidos de qué es lo que pretendemos conseguir, seremos capaces de sacar provecho de cualquier situación y al final predominará nuestra idea.
Debemos ser conscientes de que no es lo mismo introducir conceptos que aprender técnicas, tratar de adquirir una visión amplia de una problemática para poder intervenir en ella que hacer una especialidad. No es lo mismo diseñar un Fórmula 1 que conducirlo.
Dentro de un mismo paradigma nos encontramos con diferentes puntos de vista sobre como abordar el aprendizaje. Así, la llamada “escuela valenciana” plantea, fundamentalmente para el estudio de la Física, un trabajo de resolución de problemas por investigación y tiene un método, original y que da muy buenos resultados, llevando a los alumnos a adquirir un conocimiento en profundidad de la física y su principios y aplicaciones, potenciando la toma de decisiones guiadas. Se obtiene un conocimiento amplio y significativo de la Física aceptada.
Por otra parte la que podemos conocer como “escuela sevillana” está diseñada en todos sus apartados pero es menos guiada, un tanto más anárquica y conduce a conocimientos diferentes en cada individuo, pero todos ellos acordes con una visión sistémica del funcionamiento del mundo. Es más interesante para el estudio del medio ambiente, donde no existe una solución única para los diferentes problemas.
Esta situación puede compararse a las diferencias entre la enseñanza pública y la enseñanza privada. Los alumnos de la enseñanza privada pueden salir, en general, mejor formados, más capacitados en la aplicación de determinadas acciones y los de la pública salen “más espabilados” pues han tenido que lidiar con puntos de vista y planteamientos variados según cada profesor, mientras que en la privada suele existir un modelo uniforme para todos definido según el Centro.
Nos encontramos también con el método específico para el estudio de las ciencias: el método científico.
Pero este método, como todos, da pie a distintas metodologías, a diferentes maneras de interpretarlo y ponerlo en práctica.